sábado, julio 03, 2004

Monólogo: Pensamientos que viven en el tiempo

Recuerdos porque no se quedan quietos.
Es que no podemos permanecer estables,
hay algo que nos está perturbando.

Yo solo quiero estar tranquila,
hasta hace algunos días tenía un problema existencial
pero no de este tipo
les pido por favor se queden guardados en la caverna
de los recuerdos y no salgan más.

Esa no es la idea ardilla
cuando los problemas, pensamientos o sentimientos
se presentan hay que enfrentarlos
Pero no quiero, ustedes no entienden
yo soy de las personas que me gusta dar la vuelta a
las páginas de los libros y no regresar jamás.

Es una prueba nada más
prueba? de que tipo, por qué y para qué?
no entiendo

Creo que tiene que ver con esto:
Si yo pudiera encontrar las palabras
Y marcharme sin dejar dolor en su corazón
Si encontrara la manera de explicar mi despedida
Sin dejar un mal sabor

Pero pasa a veces que no puedes olvidar los momentos vividos
la intensidad de cada día, los momentos compartidos,
lo felices que alguna vez fuimos
más no se como se fue, o como deje que se vaya de mi lado.

No se como entender estas palabras sin sentido
No se como encender de nuevo el corazón, tan solo tengo un adiós.

Escuchame un momento...


¡No puedo creer!, bueno no se tampoco si tu creas en el poder de la mente
pero acabas de llamar a otra compañera tuya.

Mira no más lo que acabo de recibir, leelo muy bien porque tal vez
encuentres la respuesta que te estoy tratando de dar:

"No te aferres al pasado
ni a los recuerdos tristes
no reabras la herida que ya cicatrizó,
no revivas los dolores y sufrimiento antiguos

Lo que pasó, pasó...

De ahora en adelante
pon tus fuerzas en construir una vida nueva
orientada hacia lo alto y camina de frente
sin mirar atrás.

Has como el sol que nace cada día,
sin pensar en la noche que pasó.

Vamos levántate...
porque la luz del sol
está afuera!"

Genial, ahora si, calmate por favor,
¿si entiendes esas palabras?
llegaron por algo, en el momento exacto
las cosas ocurren por algo y esta fue una señal
aprende a escuchar lo que las personas o sus mensajes
TE QUIEREN DECIR.

Pero es que a veces me siento derrotada, abatida,
como una sirena que no tiene fuerzas para luchar
y que derepente cae en la orilla, débil, abrasada por las olas del mar
intentado buscar en un libro respuestas que no encuentro
y que solo la vida puede dármelas.